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Hace ya algunos días que ha comenzado la precampaña de las elecciones municipales, donde cada partido lanza eslóganes más o menos apocalípticos excepto el partido que esté en el poder. Ahora os preguntaréis qué narices hace un comentario político en un blog dedicado a la imagen y la imaginación. Pues la respuesta es el analizar el eslogan de la precampaña del PP y de su candidato Alberto Fernández Díaz: RECUPEREMOS BARCELONA.
Recuperem Barcelona. Sembla un eslògan fàcil i inofensiu, que per a algunes ments benpensants l'únic que està dient és que la ciutat està feta malbé i que cal arreglar-la. Per a mi, el primer cop que la vaig llegir, el que em va venir al cap va ser un desig de tornar a prendre possessió de Barcelona després de perdre-la fa 32 anys. Suposo que per als vells nostàlgics de l'antic règim és un desig comú. Per als més joves, fa referència a un passat idealitzat i falsejat, el qual no han conegut les noves generacions i que se'ls pot vendre com una ciutat meravellosa que els socialistes han malmès. Ells, davant la ignorància, s'ho podran creure. Per a qui no l'hagi coneguda, era una ciutat grisa i contaminada, d'esquenes al mar, plagada d'atracadors (els "navajeros") i quatre petites línies de metro que mai no funcionava bé. El candidat mira enrera, amb un cert gest d'enyor, esperant que tornin els vells temps idealitzats per la més pura amnesia col·lectiva.
Per cert, un dels millors eslògans que he vist mai, va ser un del CDS fa molts anys que deia "Guerra al paro".
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Recuperemos Barcelona. Parece un eslogan fácil e inofensivo, que para algunas mentes bienpensantes lo único que está diciendo es que la ciudad está dañada y que hay que arreglarla. Para mí, la primera vez que lo leí, lo que me vino a la cabeza fue un deseo de volver a tomar posesión de Barcelona tras perderla hace 32 años. Supongo que para los viejos nostálgicos del antiguo régimen es un deseo común. Para los más jóvenes, hace referencia a un pasado idealizado y falseado, el cual no han conocido las nuevas generaciones y que se les puede vender como una ciudad maravillosa que los socialistas han dañado. Ellos, ante la ignorancia, lo podrán creer. Para quien no lo haya conocido, era una ciudad gris y contaminada, de espaldas al mar, plagada de atracadores (los "Navajeros") y cuatro pequeñas líneas de metro que nunca funcionaba bien. El candidato mira hacia atrás, con un cierto gesto de nostalgia, esperando que vuelvan los viejos tiempos idealizados por la más pura amnesia colectiva.
Por cierto, uno de los mejores eslóganes que he visto nunca, fue uno de CDS hace muchos años que decía "Guerra al paro".
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